SeReS dE LuZ

Soy un ser de Luz. Creado en Amor. Elegí esta vida, este cuerpo y mi familia con un propósito: hacerme fuerte.

No soy de este mundo, lo supe desde niña, cuando hablaba con los maestros invisibles que me rodeaban. Vine a este mundo a ayudar, a crear. Vine a este planeta a expandir mi conciencia, de forma inconsciente, instintivamente al principio y después, –desde hace  apenas unos pocos años—de forma deliberada y consciente.

Soy un ser de Luz y tengo un propósito y aunque a veces se me ha hecho difícil verlo, estoy creciendo. A mi alrededor hay sistema completo, sutil y sublime que me sostiene y me apoya. Estoy conectada a una red de almas que vinimos unísonas a trabajar por el bien de la humanidad.

A algunas de estas almas ya las conozco físicamente, a otras todavía y a algunas no las conoceré físicamente en esta encarnación por que no hará falta, pero trabajaremos juntos.

Con todas ellas estoy conectada. Algunas están concientes de  esta conexión, otras como yo, comienzan a comprenderlo y varias no se han dado cuenta todavía, pero lo harán.

Este grupo de almas–(yo incluida)–decidimos venir a la Tierra porque queríamos estar aquí en este momento: año 2009, por que este y los próximos que se avecinan son una encrucijada importante.

El planeta Tierra ha llegado a un punto importante de su evolución y desarrollo. Todas las piezas están ya en su lugar: los satélites, para la difusión en masa; la Internet, también para la comunicación masiva instantánea y lo más importante, los guías y maestros.

Por todo el Mundo se levantan maestros o traductores de los procesos espirituales y energéticos.

Durante milenios las religiones, el fanatismo y las prohibiciones han mantenido al ser humano en un estancamiento espiritual. El espíritu humano no ha podido avanzar o ha avanzado muy poco en su proceso de crecimiento. La sabiduría espiritual se mantenía  en pocos lugares, solo algunas civilizaciones o dogmas han mantenido el proceso de crecer espiritualmente. El mundo occidental cegado en su ego los ha visto como ignorantes supersticiosos y se han refugiado en la ciencia y lo tangible, dejando atrás lo intangible.

Aun así el alma es más sabia, y más astuta que cualquier dogma o religión y ha buscado incansablemente su progreso. Su arma más poderosa: las preguntas. Los seres humanos que constantemente se cuestionan los dogmas que no hacen sentido, han encontrado poco a poco las respuestas que los satisfacen.

Nadie puede detener el crecimiento y la expansión de un alma. Todas las almas buscan unirse a la Fuente, la Fuente inagotable de Amor, Luz y Verdad.

Algunas almas—muchas aun—han olvidado quienes son realmente, y por un corto tiempo (en relación con la Eternidad) se mantienen cautivas en la ilusión, renegando y lamentando sus desgracias. Este proceso afortunadamente dura poco.

Pronto cada alma encuentra su propio mecanismo de expansión. A su propio ritmo y velocidad van recordando su VERDAD que es la VERDAD DE TODOS: somos seres de Luz creados a imagen y semejanza de Dios.